lunes, 29 de agosto de 2011

Incluso a los votantes del PP les podría interesar cambiar la ley electoral

Si bien la inmensa mayoría de la gente que me rodea está a favor de cambiar la ley electoral, hay unos cuantos de diferentes ámbitos que están en contra, y - casualidades de la vida - todos ellos votan al PP. Así que he querido hacer un post especial para ellos, explicándoles cómo y porqué el cambio de la ley electoral les podría beneficiar directamente.

Con el sistema proporcional se necesitan coaliciones de partidos para gobernar

Cuando he tratado este tema con algún votante del PP en contra del cambio de ley, siempre me ha contestado, “Si, pero es que si la cambiáramos sería aún peor, porque IU tendría más diputados, que se regalarían al PSOE, y entonces sí que el PP no gobernaría nunca”.
A lo que yo respondo, “Es que el PP también tendría que buscarse aliados”. Y aquí viene el quid de la cuestión. El PP no necesitaría buscar aliados fuera, los tiene en su propio partido.

El PP tiene los aliados en su propio partido

El Partido Popular abarca a día de hoy tres tipos de votantes. Votantes democristianos, votantes liberales y votantes de centro. Pero no todos los votantes democristianos votan al PP, ni todos los liberales, ni por supuesto, todos los de centro. ¿Por qué? Porque un liberal puede no estar de acuerdo con tener religión en su partido, o uno de centro tener medidas liberales en cuanto a economía, o un democristiano tener a Gallardón.

El PP se escindiría en 3 partidos

La opción más sensata del PP para llegar al mayor número de votantes del electorado pasa entonces por su división en tres partidos.
Tendríamos a los Liberales, con políticas centradas en la reducción del gasto público y consecuente reducción de los impuestos. Liderado, por ejemplo, por Esperanza Aguirre.
Tendríamos los Democristianos, con políticas influenciadas por la religión católica y la defensa de éstas sin ningún tipo de tapujos, complejos o vergüenzas. Liderado, por ejemplo, por María San Gil.
Y tendríamos a un partido de Centro, de centro de verdad, no de centro-derecha. Liderado, por ejemplo, por Alberto Ruiz Gallardón.

Resultados electorales y ejemplos de otros países

Considero, y es tan solo una opinión, que de esta forma el votante del PP se sentiría más representado a la hora de votar, y, lo que es clave para el título del post, se conseguiría llegar a un mayor número de votantes. A día de hoy un ciudadano de centro no se cree que el PP sea un partido de centro como dice ser, y por tanto no lo vota; si se creara ese partido nuevo quizás sí que lo hiciera. De igual modo, son muchos los liberales que no “comulgan” con la doctrina católica y que se niegan a votar a un partido que no apoya el matrimonio homosexual. Respecto a los democristianos, son la base de votos del PP, y seguirán votándoles “caiga quien caiga”.
Y como dicen que no hay tesis sin ejemplo, pongamos uno:
Parlamento sueco, primer ministro John Fredrik Reinfeldt, del Partido Moderado, en el poder gracias a una alianza de partidos de centro-derecha:

Moderate Party (107), Centre Party (23), Liberal People's Party (24), Christian Democrats (19), Social Democratic Party (112), Green Party (25), Left Party (19), Sweden Democrats (20)


Conclusión

Por tanto, señores/as que votan al PP, sepan que incluso para ustedes, el cambio de la ley electoral no es tan disparatado. De hecho, si tienen amplitud de miras, y consiguen que su partido presente a los tres partidos nuevos como una división pactada y no como escisiones (las cuales tampoco les van mal, solo hay que ver a Álvarez Cascos), podrían tener muchas más opciones de gobernar que las que actualmente tienen.

Apunte

Para el que sea nuevo en este blog: No, no voto al PP, de hecho no lo he votado nunca. No, tampoco pretendo con este post hacer que el PP gobierne. Sí, sí pretendo hacer ver a sus votantes que el cambio en la ley electoral es fundamental para nuestra democracia. Y sí, sí creo que mejoraríamos todos si el PP se dividiera en los tres partidos citados.
Este post viene de los siguientes tweets del 9 de noviembre de 2010: 1, 2 y 3.



lunes, 8 de agosto de 2011

El #15M ha muerto.

Primero pensé en dedicarle un post a los ultras violentos que pretenden hacerse con la bandera del #15M, explicándoles la vergüenza que nos dan al resto, recriminándoles que se han cargado algo histórico. Luego, pensé en escribir a la mayoría de la población explicándoles lo que era realmente el #15M, cansado de decir una y otra vez que no es un movimiento ultra, ni siquiera un movimiento exclusivamente de izquierdas. Finalmente, a mi idea utópica y fantasiosa de llegar a alguno de esos colectivos, le dio un golpe de realidad el sentido común; “no te van a leer Pacheco, los primeros estarán fumando porros, los segundos, viendo Sálvame”.
Así que aquí me tienes, escribiéndote a ti una vez más, a ti, minoría sensata. Analicemos la situación, propongamos soluciones, pongámoslas en práctica.

¿Cuál es la situación actual?
La gente hace zapping al ver noticias del #15M. La gente se ha cansado. La gente, ya no cree en el #15M. El #15M ha muerto.

¿Quién ha matado el #15M?
El #15M tiene dos asesinos. Uno necio y visible, otro, frío, listo, poderoso e invisible.
El primer grupo asesino del #15M han sido los extremistas, ultras, violentos… cualquiera que sea el adjetivo que los aúne a todos en un mismo saco. Aquellos que han utilizado un movimiento de ideas mayoritarias (No olvidemos que en los orígenes del #15M todas las encuestas le otorgaban un apoyo ciudadano de entre el 70 y el 90%) para la reivindicación de sus ideas minoritarias. Es normal, cuando los que trabajamos (o estudian o buscan trabajo) se iban a sus casas, ellos se quedaban, y se hacían con el control.
El segundo grupo asesino han sido los medios de comunicación que deben fidelidad a PSOE, PP o nacionalistas; es decir, la mayoría de los medios de este país. Que han acogido encantados en una y otra noticia a los radicales citados y se han referido siempre a ellos como “el movimiento #15M” o “los indignados”. Han sido todas esas noticias las que han hecho que en la población normal (clase media no radical) se vaya asentando la idea de que el #15M era un movimiento ultra, violento o, simplemente, un incordio.



La sensatez sobrevive
¿Está todo perdido? NO. Si el 15M fue histórico es porque juntó en unas pocas ideas, cambios que todos queríamos. ¿Por qué voy a tener que dejar de querer esos cambios? ¿Por el hecho de que sean los cambios del 15M, y el 15M ahora sea considerado un movimiento ultra? ¿Y a mi qué me importa lo que haga el violento? ¿Y qué si la lía en nombre del 15M?
¿Qué mas da cómo lo llamemos? ¿Nos vamos a rendir porque nos hayan quitado 'la marca' #15M? Lo importante es conseguir los cambios que una gran mayoría queremos.

No le pongas nombre, ponle objetivos

1.       Es vital cambiar la ley electoral. Mientras los votos no tengan el mismo valor, estaremos viviendo en una democracia a medias. La gente no puede votar ni lo que quiere ni a quien quiere. La gente vota para que no salgan los otros, porque saben que, o vota algún partido grande, o (supuestamente) su voto no contará. Y señores/as, que tu voto “no cuente”, es un disparate. Se debe tener una circunscripción única y rebajar el mínimo porcentual de votos para entrar.
2.       Se debe despolitizar la justicia urgentemente. Si los dos grandes partidos controlan a las autoridades judiciales, ¿quién controla a los dos grandes partidos? Tienen poder absoluto.
3.       Ser político tiene que dejar de ser un “chollo”. Es extremadamente importante que se supriman los privilegios de los políticos, tanto fiscales como judiciales. Hemos de acabar con “los políticos de profesión”, que harán cualquier cosa por seguir mandando porque nunca han trabajado en otra cosa. Necesitamos profesionales que se dediquen ocasionalmente a la política. Se han de endurecer las leyes anticorrupción y se han de establecer mayores controles y auditorías.
4.       Ansiada ley de transparencia. Respecto a partidos políticos (Debemos conocer quienes financian a los partidos y así impedirles que pidan “favores” por dicha financiación). Respecto a la administración (Tenemos el derecho a saber en qué se gasta el dinero público, hasta el último euro, porque el dinero público es de todos).
5.       Y por supuesto: Ya está bien de tirar nuestro dinero. Lo que no se puede permitir es que se derroche dinero público en subvenciones, macroaeropuertos sin pasajeros, más y más enchufados, etc. y luego se suban los impuestos (IVA, gasolina, tabaco, IRPF en algunas CCAAs…), y se recorten pensiones y sueldos de funcionarios.

Reflexión
Párate a pensar un segundo los 5 puntos citados, ¿son ultras?, ¿son radicales?, ¿son minoritarios?... y lo que es más importante, ¿estás de acuerdo con ellos?… Pues eso.

martes, 2 de agosto de 2011

¡Europa Federal Ya!

Introducción

La prima de riesgo española ha superado hoy los 400 puntos básicos. Esto significaría que los españoles anualmente (si ésta se mantuviera) tendríamos que pagar casi 50.000 millones de euros más que Alemania por recibir la misma deuda. Para que nos hagamos una idea de la cifra faraónica, el Ministerio de Fomento gasta 8.600 millones, el de Defensa 7.600, todo el tijeretazo catalán ahorrará 2.680 y recuperar el impuesto sobre el patrimonio supondría 1.400. Leed de nuevo. ¿Sois conscientes de lo increíble de los datos, de la importancia vital que tiene la prima de riesgo?
En términos no monetarios, cada 100 puntos básicos que sube la prima de riesgo, se dejan de crear 160.000 puestos de trabajo. Repito, 160.000 empleos menos.
No podemos permitirnos esta situación, no hay rescate que aguante esto, España sola no puede hacer nada contra semejante ataque a su credibilidad de solvencia. Ni España, ni Italia, ni Grecia, ni NINGÚN país.
La clave es: ¿cómo hemos llegado a esta situación?

¿Cuál es la situación? ¿Cuál es el problema?

Hasta ahora, cada vez que un país tenía semejantes problemas con su deuda, la solución (mala a largo plazo pero muy eficaz en el corto) era la devaluación de la moneda.
Otra ventaja que obtenían los países, gracias a la devaluación, era el aumento de sus exportaciones (sus productos pasaban a ser más baratos en el mercado internacional) y la reducción de sus importaciones (los productos extranjeros pasaban a ser más caros para el país en cuestión).
Hemos aquí la clave, la moneda de cada país vale lo que vale su economía. Ésta se regula porque cuanto más vale la misma más caras son tus exportaciones y más difícil, pues, le resulta exportar. A su vez aquellas economías más débiles tienen una situación más favorable a la exportación (moneda más débil, exportaciones más baratas), lo que hace que crezcan.
 Pero, ¿y si la moneda vale lo que valen EN CONJUNTO muchas economías? Lo que ocurre entonces es que las fuertes, (Alemania vaya) se verán favorecidas con unas exportaciones fáciles gracias a esas economías más débiles, que hacen que su moneda no sea tan cara como fuerte es su economía.
[[ Para que nos entendamos, gracias al euro Alemania tiene muchas más facilidades para sus exportaciones, las cuales, son el motor de su economía, la cual, es la causa de su riqueza. Sintetizando, gracias al euro, Alemania es más rica. ]]
El problema es que estas economías, que comparten moneda, no comparten deuda. Por lo que cada una de ellas es valorada según los inversores consideren la fortaleza y solvencia de ese país, de ese solo en cuestión. Y los mismos, ante ataques a su credibilidad, provengan de agencias de rating o de simples rumores de mercado, no disponen del as en la manga de la devaluación.
Y llegamos a la situación actual, con países como España o Italia (por no hablar de Grecia, Portugal o Irlanda), que tienen que competir con una moneda más fuerte que su economía pero tienen que emitir su propia deuda. A esto le sumamos la crisis de deuda de los Estados Unidos… y ya tenemos el desastre montado.

¿Cuáles son las opciones? ¿Cuál es la solución?

Llegados a este punto, en el que ni los PIIGS podemos sobrevivir con una moneda tan fuerte con esta crisis de deuda, ni Alemania puede seguir financiando rescates, tenemos que dar un gran paso. El mismo puede ser hacia atrás, disolución de la Unión Económica, fin del euro, “vuelta a la peseta”; o puede ser hacia adelante, unión política de Europa, crear, de una vez por todas, un estado federal europeo.
Ese estado emitiría deuda, con el tipo de interés que le corresponda a TODAS las partes de ese estado. Al igual que a día de hoy todos los países de la Eurozona influyen en lo que “vale” el euro.
Establecido esto tendríamos que fijar un valor para cada bono de cada estado referenciado al bono europeo. A tantos bonos españoles, tantos europeos, y fijar una fecha (cercana) para el cambio. Es decir, lo mismo que se hizo con las anteriores monedas. (1 € = 166’386 pesetas; 1 bono europeo = X bonos españoles)
Se deberán unificar impuestos. Mismo IVA, mismo IS, mismo IRPF… Y se habrá de redactar toda una nueva legislación que establezca qué porcentaje de cada impuesto va al País Europeo común y qué porcentaje va al Estado miembro.
De no dar este paso hacia adelante, nadie debería extrañarse si en un tiempo se anuncia el fin de la moneda única.



Nota: Este post no pretende simplificar el motivo de la crisis de la deuda tan solo a la moneda única y entiendo que es un tema mucho más complicado y con muchísimos más factores; ahora bien el citado es uno de los básicos y más importantes. No se entienda como un todo, y sí como una parte.
Nota 2: Este post nace de conversaciones con Pablo Gallego, autor de Manifiesto Juventud.