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lunes, 11 de enero de 2016

Reseña y resumen de "¿Hacienda somos todos?"

No, no es sólo la frase del día. Y tampoco, tampoco es sólo el mítico slogan de la Agencia Tributaria. "¿Hacienda somos todos?" es el título del libro en el que Francisco de la Torre explica, en base a su experiencia como Inspector de Hacienda, los que considera son los errores de nuestro sistema fiscal y las soluciones para corregirlos. Os animo a leerlo y, como incentivo, os dejo un resumen del mismo en 50 tweets:




























miércoles, 18 de mayo de 2011

Reduciendo Déficit Ganamos Todos. Capítulo Final: Propuestas.

1.       Eliminar todas las subvenciones que no cumplan una competencia básica del Estado (Sanidad, Educación, Subsidios (Paro,Pensiones,Dependencia), Seguridad, Justicia, Defensa, Infraestructuras) Ejemplos: ayudas a sindicatos, a partidos políticos, a la pesca, a grandes empresas, al deporte, al carbón, a asociaciones, al cine, a entes públicos de países no democráticos, a aeropuertos, a aerolíneas, a la SGAE, la renta básica de emancipación, el PER, etc.
2.       Eliminar el sistema de plazas en propiedad de los funcionarios. Primar las formas de pago en variable y la motivación; abrir la puerta al despido.
3.       Establecimiento de tasas simbólicas a los usuarios de la Sanidad pública. Objetivo disuadir, no recaudar. Manteniendo siempre la equidad.
4.       Unificación fiscal, sanitaria, judicial y educativa. Mismos impuestos, mismas prestaciones sanitarias, misma justicia y mismo sistema educativo en todo el territorio nacional.
5.       Cambio del inviable sistema autonómico.
6.       Eliminar las diputaciones provinciales y los cabildos.
7.       Recetar por principio activo. Para que siempre se de la marca más barata o el genérico.
8.       Poner fin al turismo sanitario que atrae nuestro país.
9.       Creación de residencias socio sanitarias para descongestionar los hospitales.
10.   Privatización de todas las TVs y radios públicas no nacionales.
11.   Eliminación de todos los gastos de traducción de las lenguas cooficiales al español.
12.   Eliminación de los otros 13 defensores del pueblo. Dejar solo al nacional.
13.   Celebración el mismo día de todas las elecciones autonómicas y municipales.
14.   Privatización total de AENA.
15.   Eliminación de las Embajadas de las CCAA.
16.   Reducción drástica del número de ayuntamientos. Establecer un número de población mínima.
17.   Eliminación de los Consejos consultivos autonómicos.
18.   Vender o desmantelar todas las empresas públicas que no estén dando servicios básicos del Estado.
19.   Reforma de la negociación colectiva para que llegue a nivel empresa.
20.   Reducción del número de leyes y simplificación de éstas.
21.   Agilizar la Justicia. Informatizarla, dotarla de más recursos, más personal y reducir drásticamente los plazos y las posibilidades para recurrir sentencias, de manera torticera.
22.   Eliminación del Senado.
23.   Derogar la moratoria nuclear.
24.   No solo volver a los 120km/h, plantearse los 130km/h.
25.   Poner fin al abuso de las Telecos.
26.   Limitar los cargos públicos a 8 años. Necesitamos buenos profesionales que se dediquen temporalmente a la política, y no políticos de profesión.
27.   Cambio de la ley electoral. Que todos los votos tengan el mismo valor.
28.   Realización de campañas de concienciación ciudadana contra la figura del defraudador. No podemos permitirnos un 23% del PIB de economía sumergida.
29.   Duplicar el número de inspectores de Hacienda y dotarles de autoridad, recursos y eficacia.
30.   Endurecer la ley contra los defraudadores.
31.   Obligación de los comercios de ofrecer pago “con tarjeta”. Medida rápida para frenar el fraude al fisco y el dinero negro.
32.   Crear ciudades de la administración a las afueras de las ciudades. Posterior venta o alquiler de los bienes inmuebles públicos del centro de las ciudades.
33.   Contratación pública a través de Internet, de forma pública y transparente.
34.   Eliminación de la figura del liberado sindical.
35.   Contemplar toda la vida laboral para el cálculo de la pensión.



martes, 17 de mayo de 2011

Reduciendo Déficit Ganamos Todos. Capítulo 6: Medidas finales.

Utilizaré este penúltimo capítulo (el final será la enumeración esquemática de todas las medidas propuestas) como cajón de sastre para las ideas que no han entrado en los grupos anteriores.

·        Se deben crear ciudades de la administración a las afueras de las ciudades. Con esta medida no solo se ahorran todos los altos costes de alquiler de las oficinas del centro (o se genera beneficio,  si se tienen las oficinas en propiedad), se agilizan los trámites para el ciudadano que tiene todas las “ventanillas” en un mismo complejo urbanístico.
·      Planes de venta o alquiler de los bienes públicos no necesarios. (El Ministerio de Defensa ha tomado la iniciativa) 
·        Reducir drásticamente el número de puestos públicos designados “a dedo”. Para ahorrar el coste de esos sueldos, pero también para tener una Administración más productiva y menos apesebrada.
·        Cobrar a los extranjeros por el uso de las carreteras. Simplemente porque su uso tiene un coste y España no tiene porque asumirlo. Que nadie se extrañe, Alemania lleva años cobrando a los camiones por el uso de sus carreteras.
·        Ni un euro más a la SGAE
·     Desarrollar todos los contratos públicos, contrataciones, concursos, subvenciones, etc. a través de Internet. Se establecerá un portal donde las Administraciones publiquen con detalle lo que necesitan en una determinada categoría y la demanda le llegue a todas las empresas suscritas a esa categoría, para que en un determinado plazo ofrezcan su precio. Se contratará siempre el más barato (siempre exigiendo cumplir las condiciones pedidas para evitar las bajadas temerarias) y la corrupción será muchísimo más difícil. (Ejemplo gasto solo en papel) 
·        No permitir a las empresas con beneficios acogerse a EREs.
·   Contemplar toda la vida laboral para el cálculo de la pensión. Es simple, más has aportado más recibirás, aunque estableciendo un mínimo y un máximo para mantener la equidad. (Los 100 economistas opinan igual) 
·   Vender o desmantelar todas las empresas públicas que no estén dando servicios básicos del Estado.


También se deberían aplicar medidas desde la Administración que fomenten la economía, haciendo que la recaudación aumente.

·        La reforma de la negociación colectiva es extremadamente urgente. Es el Gobierno el que tendría que haber tomado cartas en el asunto y no que a día de hoy, sigamos esperando a unos agentes sociales que retrasan una y otra vez la fecha del acuerdo.
·        Reducción del número de leyes y simplificación de éstas.
·   Agilizar la Justicia. Punto importantísimo. Informatizarla, dotarla de más recursos, más personal y reducir drásticamente los plazos y las posibilidades para recurrir sentencias, de manera torticera.
·    Quitar todas las trabas a la economía que nos hemos autoimpuesto.
·   Limitar los cargos públicos a 8 años. Necesitamos buenos profesionales que se dediquen temporalmente a la política, y no políticos de profesión.
·        Por el mismo motivo, cambiar la injusta ley electoral actual, que hace inmensamente difícil la entrada a partidos minoritarios y fomenta el bipartidismo, que ha demostrado reiteradamente ser ineficaz y dejarse caer en la política del “y tú más”. A más partidos, más difícil mantenerse en el poder y consecuente mejor gestión.
·        Derogar la moratoria nuclear. La energía nuclear es la más limpia y eficiente de todas las energías no renovables,  y puesto que un modelo energético basado solo en renovables a día de hoy es algo utópico, es la que hay que primar (junto a las renovables).
·   No solo volver a los 120km/h, plantearse los 130km/h. Aumentar el tiempo de las transacciones comerciales disminuye directamente la productividad, el Expansión del 3 de marzo cifró la medida de los 110km/h en una bajada del PIB de entre 2.000 y 3.000 millones de euros y de la recaudación del Estado en 500 millones. Países como Holanda han subido recientemente el límite
·        Establecer límites a las telecos. Internet es productividad, no podemos seguir tolerando el caro y mal servicio que dan las telecos en nuestro país. Se ha de fomentar el acceso y la velocidad en la red, favorecer la competencia y multar de manera ejemplarizante los abusos.

Ya solo resta un epílogo con forma de índice que sintetizar lo manifestado en estos 6 capítulos. Espero hayan sido de vuestro interés y hayan conseguido su objetivo, demostrar con datos que no es necesaria la alta presión fiscal y que ésta se puede (y se debe) reducir. O como dije en el primer capítulo, que con gestores serios y eficientes, con conocimientos económicos y experiencia, tu bolsillo tendría más dinero cada mes.

sábado, 14 de mayo de 2011

Reduciendo Déficit Ganamos Todos. Capítulo 5: Control fiscal.

La economía sumergida en nuestro país supone el 23% del PIB; o lo que es lo mismo, uno de cada 4 euros facturados en España no se declaran. Punto. Pausa. Reflexión.

Tómate un momento para pensar lo que pagas de impuestos… ( el altísimo porcentaje de tu sueldo, el IVA de todo lo que compras, el palo que te dan cada vez que echas gasolina, la salvajada que hay que pagar por sucesiones (¡¡por morirse!!), etc. etc. etc.) y después, piensa que hay muchísima gente que se aprovecha de ti, que simplemente no paga, que te está robando. ¿Te molesta?

Pues es este sentimiento el que hay que promover en nuestro país, hacer ver a la gente que defraudar significa robar. Es más, significa que te roben a ti, a tu familia, a tus amigos… a todos.

En Europa, si descubren que defraudas (quién sea el que lo haga, tu vecino, tu cuñado…) te denuncia al momento. Aquí pensamos: ¡qué listo Menganito, que la mayor parte la cobra en negro y mira que bien le va!… ¡a tu costa, ignorante! 
Hay que hacer campañas de concienciación, educar a la población, (exactamente igual que las de la DGT). Ésta es la primera medida necesaria y urgente.

La Sociedad no puede ser tan permisiva, y lo es. Un estudio reciente, de Funcas, cifró en 4 millones los empleos no declarados en España.

Se ha de dotar a la inspección de recursos y de personal. El dinero que se dedique a esta partida, siempre volverá a las arcas públicas, porque más inspectores suponen más inspecciones y más inspecciones suponen más ingresos; de cajón. Seamos serios en este punto, hablo de al menos duplicar el número de inspectores y dotarles de la autoridad y eficacia necesarias para persuadir al pronto pago y disuadir la excesiva judicialización de los temas fiscales, cuando se intuye fácilmente que el interés no es la búsqueda de la justicia sino el retraso en el pago.

También se ha de endurecer la ley, que defraudar no resulte rentable, que el defraudador sepa que el descubrimiento de su delito, le supondrá el cierre y tema tanto la inspección que tenga que volver a los rediles de la legalidad.

Una medida rápida y eficaz sería obligar a los comercios a ofrecer el pago con tarjeta (a mayores pagos con tarjeta menores posibilidades de ocultar ingresos). (Por supuesto si el inspector observa que el típico “no se puede pagar con tarjeta, tenemos la máquina rota” se repite, multazo al canto, que deje temblando al comerciante)

Por dar una cifra comparativa y demostrativa de la magnitud del problema, valga decir que Gestha cuantificó en 38.500 millones de euros, lo que se podría recaudar si se bajara la economía sumergida del 23 al 13%; mientras que el tijeretazo de mayo 2010 para el año pasado y éste solo pretendía ahorrar 15.000. 

Capítulo corto (para no aburriros) pero cuya aplicación sería tremendamente eficiente. ¡Hasta el  próximo capítulo!

lunes, 18 de abril de 2011

Reduciendo Déficit Ganamos Todos. Capítulo 4: Localismos

En este país el tema del “patriotismo local” se nos ha ido de las manos. Una cosa es que nos encante decir de donde somos “exactamente”, localmente, nombrando hasta el barrio o la misma calle; y otra muy distinta es que el Estado tenga que pagar todas nuestras ansias de reivindicación local. 

Hemos tocado fondo, el “café para todos” no es asumible en el medio plazo (ni en el corto), hemos de fijar bases de sensatez y administración económica eficiente; o nos hundimos.

Estas bases implican reordenar el Estado, para que éste (como Estado de bienestar) sobreviva. No podemos seguir manteniendo 17 parlamentos autonómicos, 1.031 diputados provinciales, miles y miles de ayuntamientos, con sus respectivas concejalías… no podemos, es inviable, no puede vivir tanta gente del Estado, porque vivir del Estado implica vivir de las contribuciones del resto, pero si ese resto es cada vez más pequeño (camino de los 5 millones de parados)… no dan los números. (Mirad esta imagen, con el nº de altos cargos y su coste.)

No hace falta que Moody’s nos diga que el modelo de financiación regional no es sostenible, o que venga Carmignac a decirnos, hace dos meses, que dan igual las reformas del gobierno, que lo que importan son los 107.000 millones de deuda de las 17 CCAA. ¿Es que acaso no lo vemos nosotros mismos?

Éstos son algunos de los cambios que yo propongo:

  • Venta o cierre de todas las televisiones municipales, provinciales o autonómicas. No son un servicio básico, por lo que el Estado no ha de gastar nuestro dinero en ellas. Ejemplos: Las TVs autonómicas cuestan 2.134 millones de euros al año. La TV municipal de Barcelona (BTV) gastó más de 18 millones en 2010, la de Mallorca más de 8, la de Sevilla (Giralda TV) 4, Ceuta 2’7, Jaén 2’5 y la lista sigue y sigue. ((Por cierto, aprovecho para decir aquí que también es absurdo que TVE pague por los derechos de la Champions si otras cadenas que emiten en abierto también pujaban por los mismos))
  • Estudio muy serio de la duplicidad de las administraciones. Y eliminación de las que no sean estrictamente necesarias. A mi entender, a nivel regional, me quedaría con ayuntamientos, delegaciones del gobierno y poco (o nada) más.
  • Eliminación de los otros 13 defensores del pueblo que hay, a parte del nacional, y que nos cuestan 55 millones de euros al año (sale a 1.354 euros cada queja)
  • Celebración el mismo día de todas las elecciones autonómicas y municipales. Básicamente porque si un trimestre tenemos las catalanas, al otro las andaluzas, al de más allá las vascas, etc. el político nacional se pasará la vida en campaña y no habrá forma de que se siente a hacer su trabajo.
  • Paralizar las subvenciones a aeródromos no rentables y privatizar el 100% de AENA. ¿Por qué? Para evitar que se siga sufragando con dinero público locuras localistas. Ejemplos (Crónica13/03/2011):
o   AENA tiene 47 aeródromos, en 2010, 37 de ellos (casi el 80%) tuvieron un resultado operativo negativo.
o   Aeropuerto de Huesca, administrado por AENA, sus 39 trabajadores lo abren cada día, pero solo tiene un vuelo por semana, con una media de 0’55 pasajeros por vuelo (Sí, la mayoría parten vacíos). 57 millones de euros de dinero público invertidos (tirados a la basura).
o   Aeropuerto de Salamanca, también de AENA, 3’5 pasajeros por vuelo, costó 7 millones de euros, tiene una deuda de más de 35 millones y este año se invertirán casi 3 millones más.
Aeropuerto de Albacete, costó 7’5 millones de euros, tiene una deuda de más de 20 y pérdidas anuales de 3. Todo para una media de 9 pasajeros por vuelo.
o Si seguimos con AENA tenemos Logroño (6'7 pasajeros/vuelo), Burgos (9’4 pasajeros/vuelo), Córdoba (14’7), Badajoz (17’9) o León (19’6)
Pero hay más, los que no son de AENA, Ciudad Real, un auténtico monstruo vacío, Lérida, ídem, y Castellón, que pierde dinero sin parar… TODOS ellos han tenido ayuda pública.

·         Eliminación de las “embajadas” de las Comunidades Autónomas (Según datos oficiales 2010: Cataluña 48, C.Valenciana 23, Andalucía 22, Asturias 13, País Vasco 12, Murcia 12 y sigue hasta las 188 totales.)(Cuantificaba El Mundo el 23/01/2011 en 500 millones de euros su gasto)

·         Reducción drástica del número de ayuntamientos. Establecer un número de población mínima.

Para despedir este capítulo os dejo el artículo de Mercados “El ‘Top 100’ del derroche autonómico” aquí o aquí; y una frase: decía Bismarck que “el político solo piensa en las próximas elecciones, el estadista en las próximas generaciones”.

Tengamos conciencia de Estado, cambiemos el panorama, invoquemos al sentido común y la eficiencia económica

¡Hasta el próximo capítulo!

miércoles, 6 de abril de 2011

Reduciendo Déficit Ganamos Todos. Capítulo 3: Sanidad

Como sabéis, la sanidad es una de las partidas a las que mayor cantidad de dinero público se destina. Por lo que la eficiencia económica sanitaria es un tema de estudio en sí mismo. Éste ha dejado de ser un tema político y ha pasado a ser un tema matemático, simplemente no hay dinero.

Ejemplos claros pueden ser los retrasos reiterados en los pagos a proveedores, con sus consiguientes cierres y despidos (La Región de Murcia terminó 2010 con una deuda en productos sanitarios -sin contar los medicamentos- de 867 millones de euros); o el cierre de quirófanos por las tardes al que se han visto obligados a llegar en algunos hospitales de Cataluña, con su consiguiente aumento en la lista de espera.

Pasemos pues, a enumerar diferentes medidas de contención del gasto:

  • Recetar por principio activo. Esto significa que el médico estará obligado a recetar el medicamento con “su nombre común” digamos, esto es, sin especificar la marca; y el farmacéutico estará obligado a dar el genérico, el más barato. En caso de que el usuario quiera una marca en concreto, habrá de abonar la diferencia. Esto, que ya se está realizando en Andalucía, debería hacerse en todo el país. No es lógico que el Estado pague más por unas pastillas que causan el mismo efecto, solo porque el color de la caja sea diferente.
  • Armonizar las prestaciones sanitarias. A día de hoy las competencias sanitarias están transferidas a las CCAA, por lo que son éstas las que deciden que prestaciones ofrecer. Esto es un clarísimo agravio comparativo que va en contra del principio constitucional de igualdad de los españoles; no puede ser que un español de X comunidad autónoma se le pague X tratamiento y al de la comunidad de al lado se le niegue. A parte, esto implica dividir por 17 la eficiencia multiplicando por el mismo número las promesas electorales.
    Las prestaciones han de ser las mismas en todo el país, y éstas deben haber sido consensuadas y evaluadas, demostrando que son necesarias, eficaces y eficientes.
  • Poner freno al turismo sanitario. Somos el hospital público del mundo, estamos dando asistencia gratuita a extranjeros por el mero hecho de empadronarse. Es inasumible el efecto llamada de enfermos de todo el mundo hacia un sistema sanitario que solo costea un país, nosotros. Y este punto coge mayor relevancia, cuando vemos como a los españoles sin seguro o seguridad social se les ponen infinitas trabas administrativas. No es lógico y no podemos costearlo, hay que pararlo cuanto antes.
    En otros países se han implantado medidas para cubrir al extranjero tan solo las prestaciones que cubra el sistema público de su país de origen, evitando así que se viaje a dicho país con fines sanitarios.
  • Reducir el exageradísimo uso de la sanidad, disuadir. Es muy sencillo, hacer que la gente utilice la sanidad pública cuando la necesite, pero sólo cuando la necesite. El carácter español acude al gratis total como el toro a la muleta. Los sanitarios siempre ponen como ejemplo dos poblaciones muy cercanas, una en territorio español, gallego, y otra en territorio portugués, misma población, misma alimentación, mismos hábitos de vida, misma patología; sin embargo las urgencias del centro de salud (17:00-09:00) registran una media de 3 visitas en el portugués y 30 en el español. ¿Por qué? Porque allí se paga entre 2 y 2,70 euros y aquí absolutamente nada.
    La gratuidad absoluta es contraproducente, perversa. Se han de establecer tasas disuasorias que frenen el consumo abusivo e innecesario. Por supuesto, estas tasas deberán ser razonables para no cargarnos la equidad y que nadie deje de ir al médico por no poder pagarla. (Y si alguien me dice que la viuda que vive con una pensión de 400 euros no puede pagar esos 2,50, le respondo que el problema no está en esos 2,50, si no en la ridícula pensión, que al reducir el déficit público, como explico en estos capítulos, se podría y debería subir)
    Hay quien llamará a esta medida “copago”, decirles que la recaudación en porcentaje del coste será ínfima, y que con ella no se intentaría aumentar ingresos sino reducir costes innecesarios.
    La sanidad es una prestación básica, un pilar fundamental del estado de bienestar, recogido por nuestra constitución. Pero no confundamos un derecho con un abuso. Las desigualdades existen y el Estado debe mitigarlas en lo posible, sin caer en la "barra libre" porque además, fulminada la barra, se acabaron las copas... para todos.
  • Establecer límites al sistema de plazas en propiedad. Si un trabajador tiene constancia de que haga lo que haga va a mantener su sueldo y su trabajo intacto ¿dónde está la motivación? Se tienen que establecer incentivos a los buenos profesionales (promociones internas y salariales, pagos en variable, etc.) y castigos a los malos. Lo que no puede ser es que haya trabajadores extremadamente improductivos e ineficientes a los que no se pueda echar, y a la misma vez, magníficos profesionales que sacan muchísimo trabajo siendo interinos de por vida a los que no hay dinero para ofrecerles una plaza fija.
  • Crear residencias socio sanitarias. Simplemente porque el coste paciente en un hospital es muchísimo más alto que el coste paciente en una residencia socio sanitaria, siendo la atención al paciente la misma.

Voy a parar, que tampoco quiero aburriros, pero se podría seguir con tema liberados sindicales, la prevención de riesgos, ahondar en el modelo de las farmacias hospitalarias, la promoción del autocuidado y los hábitos de vida saludables, etc.

Espero que lo hayáis comprendido y disfrutado. Otro modelo económico en el que el ciudadano corriente reciba las mismas (o mejores) prestaciones y pague menos por ello es posible, basta con una administración seria, rigurosa, eficiente y profesional de los recursos. ¡Hasta el próximo capítulo!

viernes, 25 de marzo de 2011

Reduciendo Déficit Ganamos Todos. Capítulo 2: Subvenciones.

Entendemos subvenciones como aquellas cantidades de dinero otorgadas por las Administraciones Públicas, esto es, dinero de todos, a personas físicas o jurídicas para la realización de una actividad de interés público. Pues bien, esto se ha convertido, con la picaresca y la desvergüenza  que nos caracteriza, en un cheque en blanco del que el político de turno puede tirar a su antojo. El problema está en que ese cheque en blanco sale de la cuenta común del país, o, lo que es lo mismo, de TU BOLSILLO.

Nos encontramos, simplificando al máximo, con dos opciones:
La primera, recaudar muchísimo dinero y poder dar subvenciones a quien los políticos consideren conveniente (ya sea el país con el que quieran hacer negocios, ya sean los actores con los que quieran hacerse la foto).
La segunda, no dar subvenciones a nadie, y que todos paguemos menos impuestos y VIVAMOS MEJOR. Porque a ti, querido lector, que eres un ciudadano NORMAL, no te llega ni medio duro de ninguna subvención.
Pero claro, si todos pagamos un poco más, casi no nos damos cuenta, pero si le quitamos al dirigente ese cheque en blanco… ¡Joder, aquí sí que cambia la cosa! ¿Crees que los subvencionados no se manifestarían? ¿Los miles de liberados sindicales? ¿O los amigos de la empresa de la hija del político de turno? ¿O la asociación de amigos de la paella de conejo y caracoles? Claro que se manifestarían, la liarían PARDA. ¿Dejar de vivir ellos del cuento para que tú te ahorres 50 euros al mes? ¡Venga hombre!

Por tanto, la primera medida a establecer para reducir, primero el déficit público, y luego los impuestos, es la eliminación de TODAS las subvenciones que NO sean ABSOLUTAMENTE NECESARIAS (Cuando digo necesaria me refiero a que desempeñe una competencia básica del Estado).
Os voy a dar una serie de ejemplos para que veáis las disparatadas cantidades de dinero público (repito: tu dinero) de las que estamos hablando. ¡OJO! Téngase en cuenta que solo pongo un porcentaje irrisorio comparado con el total.

En el año 2009 (plena crisis) se otorgaron:
  • Cooperación, promoción y difusión cultural en el exterior:  130 millones de euros (Sin embargo España año tras año ocupa uno de los últimos puestos de nivel educativo en Europa)
  • Subvenciones al transporte: 908 millones de euros. (Como las carreteras españolas están en perfectas condiciones… y además Andalucía y Levante están unidas por unos magníficos trenes pues... -por poner un par de ejemplos)
  • Ministerio de Industria: 4.425 millones de euros (Y muchos dirán "Sí, pero generarán riqueza, empleo…" NO. Si quieres haces medidas vía impuestos (pagas menos si inviertes en I+D, si contratas discapacitados, etc.) pero no regalas dinero, porque cuando ellos tengan beneficios NO te lo van a devolver, y, además, no es tuyo, es de todos.
  • El extinguido Ministerio de vivienda gastó 1.617 millones de euros. (Función, la de la vivienda, que hace Estado, comunidades y ayuntamientos -triple gasto para una misma cosa-. ¿No se han planteado dar seguridad REAL a los caseros para fomentar el alquiler? Ese es el verdadero problema, mientras en España tengas que esperar tantísimo para desalojar a un inquilino que no paga, la gente no va a alquilar sus casas; y claro, a menor oferta de casas, mayor precio del alquiler. Este precio desorbitado      hace que sea más rentable comprarla y pagar la hipoteca, por lo que tenemos unos niveles de alquiler raquíticos comparados con el resto de Europa) (Aprovecho para decir que abogo también por la supresión de la “Renta básica de emancipación”, medida totalmente ineficiente e inflacionista).
  • Etc, etc, etc. Fuente.

Vamos con el 2010, además aquí os voy a poner directamente el enlace al BOE para que lo comprobéis con vuestros propios ojos:
·         Subvenciones de cooperación. Lo INDIGNANTE aquí, es que se esté dando nuestro dinero a entes públicos de países dictatoriales (Cuba, Venezuela, Marruecos…) o con índices de corrupción altísimos (Mauritania, Etiopia, Senegal, Cabo Verde…). ¿Quieren favorecer el desarrollo? Denle el dinero a la Cruz Roja o a quien te de la seguridad de que lo va a emplear en el objetivo de la subvención. ...12 millones de euros al Ministerio de Educación de Marruecos (que es una monarquía absoluta - el rey tiene los tres poderes)... ¿Sabéis cuantísimo dinero son 12.000.000 €?
·         Más para el cine
·         Subvenciones a sindicatos.  Aquí también.  
·         Subvenciones a grandes empresas. Si apenas tienen beneficios, ¿Por qué no vamos a darles un poco del dinero de todos?
·         Subvenciones a empresas de energía o mineras.  Por todos es sabido que el carbón español no es rentable, pero seguimos manteniéndolo año tras año con el dinero de todos.
·         Subvenciones al deporte

Ah! Casi se me olvidaba, por supuesto también quitar el exageradamente fraudulento PER.
¡Hasta el capítulo que viene! Haced cuentas, (solo os he dado ejemplos de las subvenciones nacionales, añadidle las de los ayuntamientos, comunidades, etc.) con la aplicación del primer capítulo vuestro bolsillo ya lo notaría.

jueves, 17 de marzo de 2011

Reduciendo Déficit Ganamos Todos. Capítulo 1: Introducción

Hoy empiezo el primero de una serie de posts, en los que iré proponiendo medidas para la reducción del déficit público. ¡NO DEJES DE LEER! ¿Prefieres que empiece el artículo diciendo “Vas a tener en tu cuenta más pasta cada mes”? Pues es que ESE es el fin último de la reducción del déficit.
Ahora que quizás haya captado tu atención, te explico; el déficit público no es un ente superfluo que no te afecte, es el dinero que gasta de más el Estado, y ¿cómo crees que va a cubrirlo? Haciendo que TÚ pagues más impuestos (o lo que es peor que TÚ tengas unos servicios básicos -sanidad, educación, seguridad, justicia, infraestructuras...- de peor calidad).
Ejemplos claros:
Piensa en lo que gastas cada mes, imaginemos que 947 euros (que es el gasto medio en consumo por persona al mes del año 2009) pues llevarías pagados desde julio del año pasado 161 euros de más, porque tu gobierno no supo contener el déficit y tuvo que subirte el IVA un 2%. (Ojo, dato aproximado, en base al IVA general.)
Supongamos que eres funcionario, pues no hace falta que te diga la cantidad de dinero que has dejado de recibir, única y exclusivamente porque tu Gobierno no fue capaz de contener el gasto y tuvo que decretar el “tijeretazo” para que en aquellos agónicos días de mayo no tuviéramos que suspender pagos o nos echaran del euro (Alguno podría decir: ¡pero si lo de mayo fue condicionado por Grecia!; Pues no, si tú tienes tus cuentas saneadas, no te afecta Grecia, ni Irlanda, ni nadie!!). Y cuidado, que funcionario no solo es el que te tiene esperando para un trámite dos horas porque se tenía que tomar un café; funcionario también es el juez o el médico (las dos profesiones mejor pagadas en EEUU) o el profesor o el catedrático, o el guardia civil pasando frío en una carretera de Zamora o jugándose el pellejo con la ETA. Pues a todos ellos, en sus sueldos ya de por sí vergonzosos, ¡ZASCA!, recorte.
Supongamos que ibas a ahorrar tiempo y dinero con una carretera que estaba planeada, y ahora, Blanco ha paralizado el proyecto; pues ya no te lo ahorras y tienes que seguir yendo por la antigua, así de sencillo, ¿por qué? Porque tus dirigentes no han sabido manejar las cuentas públicas.
Supongamos que vas a un hospital a acompañar a un familiar y tienes que esperar un disparate, porque no hay dinero para renovar a los interinos y los fijos no dan abasto. Pues has perdido toda tu jornada de trabajo, esto es, has perdido todo el dinero que hubieras ganado ese día. Y te parece normal. Pues no, con una buena gestión de los recursos, no habría pasado.
Y un larguísimo etcétera.
A mi me hacen mucha gracia esas manifestaciones “La política me da igual” (Y no hablemos de política económica) Pero si, a esos mismos les dices “¡me vas a pagar 100 pavos todos los meses y yo no te pienso dar nada a cambio!” se echarán las manos a la cabeza. Y es que no se dan cuenta de que les afecta directamente a su bolsillo y que con una Administración mejor y más sensata, ellos aumentarían su nivel de vida.
Iré, en los próximos posts, enumerando gastos innecesarios del Estado y formas de mejorar la Administración. No sé si algún político llegará a leer esto, pero te aseguro que si se aplicaran las medidas, el Estado acabaría con el déficit y podría bajarnos los impuestos, lo que, como dije arriba, se traduciría en más dinero en tu bolsillo cada mes.