viernes, 25 de diciembre de 2015

Una persona, un voto

Es una afirmación bastante simple ¿verdad? En una verdadera democracia, los votos de todos los electores deben valer lo mismo. Pero no es lo que ocurre en España.

Nuestro actual sistema electoral divide en 52 circunscripciones el Congreso de los diputados con dos intenciones muy claras: sobrerrepresentar a los partidos tradicionales (que ocupan las primeras posiciones) y a la derecha (que suele ganar el voto rural).

Veamos las diferencias entre el porcentaje de votos recibidos y el porcentaje de escaños obtenidos:

Tabla hecha para @1persona1voto. Enlace al tweet.


Esto explica, por ejemplo, las enormes distorsiones en el número de votos que cuesta cada escaño a cada partido. Mientras que a IU cada diputado le suponen 461.567 votos, al PNV sólo le 'cuestan' 50.264, más de 9 veces menos. Otros partidos, como PACMA, quedan fuera del Congreso con 219.191 votos, más de 4 veces lo que le ha costado al PNV cada diputado.

Datos recogidos para @1persona1voto. Enlace al tweet.

¿Por qué se da esta falta de proporcionalidad? Por 4 claves de nuestro actual sistema electoral:

  • La división del territorio en 52 circunscripciones, que hace que los votantes de opciones no mayoritarias 'pierdan' su voto en el 87% de las circunscripciones, que eligen menos de 10 escaños. Se suele decir erróneamente que "El voto de un soriano/a vale 4 veces el voto de un madrileño/a", pero la realidad es que el voto de un soriano/a a cualquier partido que no vaya a quedar en primera o segunda posición en su circunscripción no vale absolutamente nada. La comparación solo valdría entre votantes del partido más votado, entre los que sí, el procedente de Soria equivaldría a 3,85 veces el de Madrid. 
  • La fórmula electoral elegida, el sistema D'Hondt. No, no es una ley. Y no, no es el mayor culpable de la desproporcionalidad actual. De hecho, de las diferentes fórmulas electorales ésta es de las del grupo de 'proporcionales', si bien no es la más proporcional (esa es Hare) y favorece en parte a los partidos más votados.
  • El límite de entrada del 3%. Mientras que cada escaño representaría al 0,29% del electorado (basta dividir 100% entre 350 escaños), nuestro sistema no permite entrar al Congreso a los que no hayan conseguido al menos el 3% de los votos.
  • El desprecio a los que votan en blanco. Con el sistema actual los votos en blanco no solo no consiguen nada, pues no se les asignan escaños vacíos, sino que restan posibilidades a los partidos pequeños, pues se cuentan como voto válido y les pone más difícil a estos llegar al límite de entrada.



Pero, si todos los votos valiesen lo mismo, ¿cómo habría quedado el Congreso tras las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015?

Cálculo realizado para @1persona1voto. Enlace al tweet.
El PP tendría 21 diputados menos, el PSOE 12 menos y el PNV 2 menos. Por el contrario IU tendría 11 diputados más, Ciudadanos 10, Podemos y sus confluencias 5 y Bildu 1. A su vez entraría PACMA con 3 diputados y UPyD con 2. Finalmente, 3 escaños quedarían vacíos siguiendo el mandato de los 187.771 electores que optaron por el voto en blanco.

Sumando los diputados que cambian según los sistemas utilizados vemos como el 10% de los diputados no se eligen por la voluntad de los electores sino por la manipulación del sistema actual.

Pero, ¿cómo se calcula el reparto para que todos los votos valgan lo mismo? Como explica la biografía de la cuenta @1persona1voto, con la que intento reclamar un sistema electoral justo, con las siguientes variables: Circunscripción única, Cociente Hare, Límite de entrada resultado de dividir el 100% de los votos entre el número de escaños a repartir y Voto en blanco computable. Veamos una a una:

  • Circunscripción única. Implica una misma lista para todo el territorio nacional y que el hecho de votar en una parte u otra del mismo no genere diferencias. Es la que se utiliza para las elecciones europeas.
  • Cociente Hare. Es la más proporcional de las fórmulas electorales. Divide el número total de votos válidos entre el número de escaños a repartir y los va asignando a los partidos que los hayan obtenido. Finalmente, cuando a ninguno le quedan votos para llegar al mismo, se los asigna a aquellos que más le queden, en lo que se conoce como el 'método del resto mayor'.
  • Límite de entrada resultado de dividir el 100% de los votos entre el número de escaños a repartir. Para que ningún partido minoritario (¿radical?) consiga un escaño por el método del resto mayor se pone este límite. El límite de entrada actual es el 3% en el Congreso español, que reparte 350 escaños, el límite de #1persona1voto sería del 0,2857%.
  • Voto en blanco computable. Consiste en dejar vacíos los escaños correspondientes a los votos en blanco.
Con los datos de las elecciones del 20 de diciembre el cálculo sería
  1. Se contabilizaron un total de 25.123.945 votos válidos entre todos los electores, independientemente de donde residan. Número resultante de restar los 226.997 votos nulos a los 25.350.942 votos totales.
  2. Por tanto dividiendo el total de votos válidos entre los 350 escaños a repartir tenemos que cada escaño equivaldría a 71.783 votos.
  3. 12 partidos y los votos en blanco superan dicho umbral. El número total de votos válidos a opciones que superan el límite de entrada es de 24.686.727, por lo que cada escaño supone 70.534 votos.
  4. Asignando un escaño por cada 70.534 votos repartimos 346 escaños. Los 4 restantes los asignamos a aquellas opciones que se han quedado con más votos de 'resto', en este caso los en blanco, Ciudadanos, Podemos y ERC.
Exige una democracia real. No votes a aquellos partidos que no se comprometan a avanzar en la proporcionalidad del sistema electoral. Sigue a @1persona1voto y comparte.

1 comentario:

  1. En el libro "La reforma constitucional inviable" (Ed. Catarata) el jurista Javier Pérez Royo explica el origen de la legislación electoral española. Es bastante revelador.

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